La ciudad almacén de Hamburgo es un barrio interesante, romántico, histórico y con buenas oportunidades para el ocio. Las fotos que podrás sacarte en este barrio, plagado de canales y edificios idénticos, les gustarán a todos tus amigos.
La Speicherstadt es la zona que va desde los límites del barrio portugués hasta la estación de Meßberg (U1). Consta de 6 canales que recorren un kilómetro y medio a través de los antiguos almacenes del puerto. Su belleza radica en que todos los edificios son iguales y siempre tienen una cara al canal. Así, si caminamos por los infinitos puentes de la zona, podemos perdernos alegremente por el barrio.
La razón por la que todo este barrio dispone de una arquitectura idéntica -edificios de 5 plantas hechos de ladrillo rojo - se debe a que sus edificios eran grandes almacenes. No como el Corte Inglés, no. Aquí se depositaban las mercancías que los barcos traían al puerto. Con ayuda de los canales, las pequeñas embarcaciones suministraban un flujo constante de café, té y cacao entre otros muchos bienes. Basta con una mirada para ver que algunos aún conservan los ganchos para cargar y descargar. Especialmente simbólico entre estos edificios, es lo que se consideraba el mayor almacén de caco del mundo, hoy base para la Elbphilarmonie
Su creación comienza en 1883 en donde se asentaba el barrio obrero de Kehrwieder y el barrio burgués de Wandrahm. En 1898 ya tenía dos terceras partes del proyecto finalizado, sin embargo sólo se pudo terminar a principios de 1914. Se ve que su creación era gran motivo de orgullo y satisfacción para los de la época, pues incluso el Kaiser vino a celebrar la inauguración de la primera parte. Si nos imaginamos a un Hamburgo de 1898 con una Nikolaikirche entre los edificios más altos del mundo y este barrio industrial, se podría decir que la ciudad estaba partiendo la pana.
Durante la segunda guerra mundial se destruyeron aproximadamente la mitad de los edificios de esta zona, sin embargo para 1967 ya se habían reconstruido volviendo a ser la zona de abastecimiento de mercancías para el puerto. Pero para ese entonces esta zona empieza a decaer, pues las mercancías ya no serán llevadas en cestos o barriles como antes, sino por los primeros contenedores.
A principios de los años 2000 el ir y venir de mercancías decae tanto que los barrios de Kehrwieder y Wandrahm dejan de pertenecer a lo que es la ciudad franca de Hamburgo y pasan a ser considerados barrios normales sin exención de impuestos.
Con un simple paseo que comience desde la estación de Baumwall (U3) o después de un almuerzo en el Barrio Portugués, tan solo tendremos que cruzar el puente de Niederbaumbrücke para empezar nuestro paseo. Por cierto, ese puente, el de Niederbaumbrücke, os obligará a sacaros una foto de la zona.
A partir de ahí tan solo tendremos que seguir la avenida de Am Sandtorkai y atravesar los diversos puentecillos que hay entre los edificios de ladrillos rojos. Perderse aquí vale la pena, con casi todos los puentes encontrarás una excusa para pararte y mirar la simetría entre edificios con el agua de fondo. Además, si te cansas, podrás encontrarte multitud de pastelerías y pizzerías para todos los bolsillos.
A excepción de algunos almacenes de alfombra persa (nunca entendí porque), esta zona actualmente ya no es la suministradora de bienes para el puerto, sino que poco a poco fue reformada para ofrecer distintas oportunidades de ocio, así como también servicios para los trabajadores de la zona financiera de la ciudad que se sitúa justo al lado. Los distintos museos y espectáculos se suceden junto con algunas zonas de comida, las llamadas Food Court.
Un gran plan para una tarde es el maravilloso Miniaturwunderland con el que podrás ir con la novia o con amigos, con los niños o con tus padres, con los compañeros de oficina o con los compañeros de piso. Sinceramente, este sitio es genial. Un lugar del que nunca he escuchado a nadie quejarse. Una certeza de pasarlo bien. Se trata de un gran museo hecho por pequeñas miniaturas. En el recrean paisajes suizos, el sur de Alemania, la ciudad de Hamburgo y universos paralelos. También dispone de una gran cantidad de botones con los que interactuar y pequeñas bromas muy escondidas para los más adultos (miniaturas teniendo sexo en público, laboratorios de droga...)
También museos como el Zollmuseum ofrecen una posibilidad para ver la evolución de la zona franca de la ciudad. Tened en cuenta que Hamburgo es una ciudad en la que su puerto juega un papel fundamental en su historia. En este museo se explica la forma que tenían los comerciantes de entablar negocios con otras zonas y las distintas aduanas de la ciudad.
Hamburger Dungeon: Se trata más de un espectáculo que cuenta la historia de Hamburgo en forma de historia de terror. Ofrece tanto programas en alemán como inglés.